Dar y recibir feedback revela mucho sobre la cultura de una organización. La forma en que los líderes se comunican y cómo los colaboradores se comunican entre sí es un síntoma de cómo experimentan la cultura de la empresa. s quizás una de las caras más visibles del ADN de la cultura organizacional.
Trabajar el feedback es transformar la comunicación en una experiencia de aprendizaje y crecimiento; es practicar la comunicación colaborativa.
Y sí, se puede aprender a dar y recibir feedback. Es posible evolucionar, ganar madurez y practicar el feedback de forma constructiva, tanto en la forma en que damos como en la que recibimos.
No se trata solo de cómo dar feedback, sino también de cómo recibirlo. Pedir feedback demuestra madurez y el deseo de adquirir autoconciencia, impactando en el desarrollo personal a través de la identificación de áreas de mejora: qué hacer diferente y cómo. Puede proporcionar orientaciones valiosas sobre acciones esenciales para el rendimiento y el desempeño.
Pedir feedback demuestra madurez y un deseo de adquirir autoconciencia.
Trabajar el feedback es transformar la comunicación en una experiencia de aprendizaje y crecimiento; es practicar la comunicación colaborativa.

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