Sabemos que el pensamiento creativo es crucial como competencia, y también sabemos que el design thinking es una herramienta poderosa para estructurar el pensamiento creativo; ahora vamos a entender cómo.
Las empresas que adoptan el design thinking tienen mayor probabilidad de desarrollar productos y servicios innovadores que destaquen en el mercado.
En su esencia, el design thinking promueve la innovación al incentivar un enfoque creativo y orientado al usuario/cliente en la resolución de problemas: las empresas que adoptan el design thinking tienen mayor probabilidad de desarrollar productos y servicios innovadores que destaquen en el mercado.
Se trata de un enfoque que combina empatía, curiosidad, apertura y experimentación, basado en equipos multidisciplinarios orientados por una actitud colaborativa, donde la diversidad de opiniones y puntos de vista es altamente valorada.
Un enfoque que combina empatía, curiosidad, apertura y experimentación.
Cuando hablamos de design thinking, hay varias etapas que se deben seguir:
- Resolver el problema en equipo, siguiendo el método de aprender experimentando.
- Observar y comprender el contexto, los recursos disponibles, las restricciones y debilidades.
- Recurrir al brainstorming para generar soluciones y prototipos.
- Experimentar y probar.
- Compartir la experiencia y definir un plan de acción.
- Transformar la forma en que se observa un problema y construir la solución.
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