La comunicación escrita es poderosa y relevante. En un contexto corporativo cada vez más digital, híbrido y en constante cambio, la comunicación escrita se ha convertido en una herramienta estratégica que influye directamente en la productividad, la alineación entre equipos, la cultura organizacional y la imagen de la empresa.
Lo importante es saber cuándo utilizarla y cómo hacerlo, es decir, es necesario desarrollar competencias en este ámbito.
La forma en que el líder escribe influye en la organización. El impacto es profundo y va mucho más allá de lo que se lee a simple vista.
Más que transmitir información, la comunicación escrita define comportamientos, consolida valores y garantiza que el conocimiento esté accesible en cualquier momento. Incluso la forma en que el líder escribe influye en la organización. El impacto es profundo y va mucho más allá de lo que se lee a simple vista.
La capacidad de escribir las palabras adecuadas, de reflexionar, leer y releer, modificar lo que sea necesario, ajustar.
No hay lugar para la improvisación, que a veces en la comunicación oral puede ser «traicionera».
El tiempo que exige la palabra escrita merece la pena:
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Al escribir, el líder organiza las ideas y estructura de manera coherente el mensaje que desea transmitir.
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Permite garantizar claridad y uniformidad, adaptando la comunicación al perfil de quien va a leerla.
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Minimiza el riesgo de malentendidos, que es, sin duda, el primer enemigo de la comunicación.
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En entornos híbridos o a distancia, la comunicación escrita mantiene a todos informados y alineados, sin importar la ubicación.
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Ayuda a no perder el hilo conductor del mensaje, lo que mantiene a quien lee atento e interesado.
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No hay lugar para la improvisación, que a veces, en la comunicación oral, puede ser “traicionera”.
Además, hay situaciones en las que utilizar la comunicación escrita es, sin lugar a dudas, la mejor opción. Algunas de ellas son:
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La formalización de decisiones y directrices o nuevos procesos.
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En la asignación de tareas, definición de objetivos y responsabilidades en un nuevo proyecto.
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En situaciones de evaluación de desempeño o momentos de feedback formal.
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Cuando la comunicación está dirigida a grandes grupos.
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Cuando el motivo de la comunicación son cuestiones legales o contractuales.
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En la presentación de informes o resultados.
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En la compartición de conclusiones, actas de reuniones y definición de acciones futuras.
Tiene el poder de construir o destruir equipos, negocios y empresas.
La comunicación escrita está presente en prácticamente toda la dinámica de una organización, ya sea en correos electrónicos, definición de políticas internas o externas, actas de reuniones, propuestas comerciales, evaluaciones de desempeño, presentación de proyectos y mucho más. Está al servicio de toda la estructura y de todos los colaboradores, su importancia es vital y tiene el poder de construir o destruir equipos, negocios y empresas.
La comunicación escrita es mucho más que palabras. ¿Y en vuestra organización, cómo está siendo tratada? ¿Es un activo estratégico o un detalle operativo?
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