No se trata de «retener» a las personas en las organizaciones; lo deseable es que permanezcan porque así lo desean. Como mencionó Thierry Delaporte, CEO de Wipro, recientemente en Davos, retener a las personas es mantenerlas físicamente, cautivarlas es hacer que se entreguen de corazón. En este punto, el papel de los líderes es fundamental. No se trata de depositar exclusivamente esta responsabilidad en el liderazgo, sino de tomar conciencia de la importancia de su rol y ayudarlos a desarrollar competencias en este sentido.
Retener a las personas es mantenerlas físicamente, cautivarlas es hacer que se entreguen de corazón.
Entonces, ¿qué competencias necesitan los líderes para seguir inspirando y teniendo impacto en sus equipos, y qué relación tiene esto con la empatía?
Los líderes empáticos disminuyen el riesgo de quiet quitting en sus empresas, facilitando la conexión entre el colaborador y la organización, especialmente por su capacidad de conocer y entender al colaborador en sus diferentes dimensiones (la persona más allá del entorno laboral).
La empatía despierta en los líderes su rol de cuidadores, comprometidos en contribuir al bienestar del colaborador porque escuchan, dan retroalimentación y comunican.
La empatía construye una relación de confianza entre líder y colaboradores.
El líder empático ofrece y da espacio al colaborador para que haga elecciones de aprendizaje y está dispuesto a, junto con el colaborador, identificar qué competencias desarrollar.
La empatía da al líder una visión personal de cada colaborador, mucho más allá de la función que desempeña. Por eso se dice que el líder empático presta atención a los procesos y no solo a los objetivos. No es solo el destino, es el viaje.
La falta de empatía muchas veces surge de la impaciencia del líder ante el error o la dificultad del colaborador para realizar una tarea o liderar un proyecto. El líder también necesita ayuda, y debe estar abierto a desarrollar competencias que lo ayuden a ser mejor líder; estamos hablando de reskilling en liderazgo. Ayudarlo a no resistirse a la transformación, tantas veces necesaria para liderar en el presente con los desafíos de hoy.
La empatía en los líderes es un ejercicio diario, una opción clara sobre cómo desean ser reconocidos como líderes. Dado que la naturaleza humana es fundamentalmente social y el liderazgo es, sobre todo, relación, los líderes necesitan desarrollar competencias que los acerquen a sus equipos.
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